lunes, 6 de julio de 2009

LOS JUICIOS Y SUS CONSECUENCIAS

Hola Amigas y Amigos. Cocrear, de Argentina, nos invita a reflexionar sobre los juicios. A continuación les transmitimos una síntesis del artículo que ellos nos han hecho llegar en su Newsletter “RefleAccionar”.

Con los juicios que emitimos abrimos y cerramos posibilidades, todo el tiempo. Nuestros juicios determinan no sólo nuestra identidad y la de otros sino también nuestro futuro. Los juicios determinan nuestra identidad (somos aquello que decimos) y nuestras acciones (nos convertimos en aquello que decimos).

Los juicios se constituyen en una profecía que se autocumple o autorealiza, porque son una predicción que, una vez hecha, se convierte, en sí misma, en la causa de que se haga realidad lo que estamos afirmando. Emitimos una opinión sobre nuestro futuro y con base en nuestra creencia ese futuro que hemos pronosticado se convierte en realidad.

Cuando una persona se dice a si misma que no podrá, definitivamente no podrá. Ese juicio tiene tanta fuerza que finalmente termina ocurriendo. Aquel que cree que nunca va a lograr algo finalmente no lo logra. Es fácil cuando lo analizamos desde afuera darnos cuenta que el hecho de emitir un juicio de valor, éste nos condiciona a hacer y dejar de hacer determinadas cosas, a mirar y dejar de mirar otras, a atraer o no atraer otras tantas.

Veamos juntos un ejemplo: Fátima considera que ella nunca podrá alcanzar el puesto de coordinadora de ventas de la empresa donde se desempeña. Como tiene ese juicio de valor sobre sus posibilidades, qué sucede? Sucede que ya no esfuerza en capacitarse para lograrlo, en hablar con las personas que podrían decidir o influir para que lo logre. Sucede que no pone la vista en aquellas situaciones, objetos, posibilidades que pueden acercarla a su sueño. Sucede que desde ese juicio de valor que emitió nunca podrá transformar su sueño en un proyecto.

Es muy importante cómo miramos, y qué cosas nos decimos de aquello que vemos tanto de nosotros como de otros. Aprender a ser inteligentes emocionalmente implica –entre tantas cosas- tener capacidad de ver de modo posibilitador, de saber apreciarnos y apreciar a las personas en sus valores y capacidades, y desde ahí poder construir el presente y el futuro que queremos.

¿Qué cosas te estás diciendo de ti mismo?

¿Qué posibilidades abren o cierran tus juicios?

¿Qué acciones necesitas llevar a cabo para poder cambiarlos?

Cuando emites juicios sobre los otros

¿A dónde te conducen? ¿Crees que estás emitiendo juicios que crean valor? ¿Con quiénes? ¿Y con quiénes no? ¿Qué podrías hacer para mirar diferente?